Jaime Vega es operador de mixer en Maquinaria Carrán y nos cuenta en esta amena entrevista quién es él. Muy elocuente y con un par de entretenidos intereses aparte de su trabajo, Jaime es todo un mundo. Así somos todos, mundos distintos que conformamos uno mucho más grande en el que todos aportamos con nuestras acciones diarias.

¡Vamos a lo nuestro!

 

¿Quién es Jaime Vega?

Jaime tiene 47 años, está casado hace 23 y tiene tres hijas: la mayor, que estudia Kinesiología; la segunda, ya en primer año de Trabajo Social y la tercera, aún en el colegio.

Le gusta mucho disfrutar su tiempo libre con la familia, cada vez que puede, porque muchas veces los horarios de trabajo y estudios de las niñas no calzan. Nos reafirma que se siente muy orgulloso y feliz de su señora y de sus hijas.

Pero, no solo le encanta pasar tiempo en familia, también le gusta mucho la música, toca guitarra desde los 15 años y tiene un pasatiempo poco común, que es su pasión según sus propias palabras, y este es ser aficionado a la ornitología y a la crianza de aves exóticas, especialmente agapornis y calafates.  

Con respecto a sus características personales más sobresalientes, nos confiesa que es muy humano, sociable y dadivoso. Muchas veces prefiere quedarse sin nada con tal de ayudar a alguien que lo necesite. Laboralmente, se considera un trabajador muy profesional, independientemente de que su trabajo sea un oficio,es responsable, respetuoso y educado. Por supuesto, nos dice, que alguien podría tener de él una opinión distinta.

 

Crónicas de un operador de camión mixer: ¿cómo consiguió este trabajo?

Llegó a ser operador de camión mixer de una manera muy peculiar: vivía en Temuco, allá por el año 2014. Unos vecinos, operadores de camiones tolva, lo contactaron con un contratista de este tipo de vehículos. Él tenía su licencia profesional, pero no experiencia en cajas fuller, que son las que usan los mixer. Este señor se ofreció a enseñarle a trabajar con ellas. En esa época, Jaime manejaba camiones más simples y aún así se demoró solo una semana en aprender y fue así que pudo manejar un camión de alto tonelaje por primera vez.

Por razones laborales, se devolvió a Santiago en busca de trabajo y se presentó a una empresa con su curriculum. Lamentablemente no tenían vacantes ahí, pero en este punto sucedió algo curioso.

El guardia de la empresa le preguntó que cómo le había ido y al saber que no había quedado trabajando ahí, le dio el dato de la empresa donde trabajaba su papá. En dicha empresa necesitaban operadores de camiones de hormigón para una planta de San Bernardo. A pesar de no tener experiencia en esos camiones, ahí mismo lo capacitaron y comenzó así su carrera como operador de camiones de alto tonelaje. Jaime reitera que esto sucedió gracias a su ángel que, aunque no le dé mucha atención, siempre lo está cuidando. Jamás se imaginó que iba a ser operador de camión mixer.

 

Operador de mixer: lo bueno y lo malo

Al ser consultado sobre lo que más le gusta de su trabajo, nos cuenta que es la itinerancia. Aunque existe una parte monótona que sería la carga, preparación y salida a terreno, lo más interesante es que se debe mover a lugares distintos, conocer otros lugares o sectores más alejados. Lo otro que a Jaime le gusta mucho es que van apareciendo productos nuevos de hormigón y a él le encanta aprender cosas nuevas todo el tiempo. Por último, algo que se debe mencionar, según su apreciación, es que el duro esfuerzo que realiza diariamente al conducir el camión se ve bien retribuido en todo sentido.

Si tuviera que nombrar algo difícil del trabajo (le costó encontrar algo) es poder calcular el tiempo que puede permanecer la carga dentro del huevo para que el producto llegue a la obra en óptimas condiciones, especialmente considerando factores como temperaturas extremas de calor especialmente, el tiempo que se permanece en el tráfico y las distancias de traslado.

Con respecto a su llegada a Maquinaria Carrán, esta se concretó a través de un colega y amigo de él, quien le dio el dato de que necesitaban operadores de mixer. Presentó sus antecedentes y lo entrevistó Don Juan Ríos, quien es jefe de Operaciones en la empresa. A pesar de que lleva poco tiempo (desde marzo de este año), se siente bien, está contento y con muchas proyecciones. Sobre todo, le gusta manejar el camión mixer y encuentra muchas ventajas en sus usos.

En el poco tiempo que lleva en Carrán, considera que es una empresa sólida, comprometida con su gente, puntual en los pagos y eso es muy importante para un trabajador. Tener la confianza y la tranquilidad de que la empresa cumple lo incentiva a que le ponga más “punch” como él mismo dice. Está tranquilo y agradecido. La retribución a su trabajo y esfuerzo ha sido demasiado positiva. El ambiente es de respeto y  mucha simpatía. 

En el área operacional lo han acogido bastante bien. Estuvo un mes a la espera de camiones y de la inducción de seguridad, entonces pudo interactuar con la gente, soldadores y torneros, y como él mismo se califica como una persona inquieta y buena para colaborar, por supuesto, puso manos a la obra en otras labores, además de aprender otro tipo de cosas.

Con respecto a la jefatura, especialmente Don Juan Ríos, Jaime considera que es muy respetuoso, amable, sociable y le ha dado la confianza para ejercer su trabajo con tranquilidad. Le ha dicho, textualmente, que “no me he equivocado en la contratación, el haber contratado a un excelente operador”. Es muy gratificante y satisfactorio saber que un jefe tiene tan buena opinión de uno de sus trabajadores.

Su supervisor directo en la planta, don Esteban Abarca, un “viejito muy choro”, abierto y muy humano, se ha ido convirtiendo en alguien muy querido para Jaime y el resto del equipo de trabajo. Don Juan se ha encargado de que los ocho integrantes del equipo se conozcan y hayan sido capaces de afiatarse en el trabajo, lo que es un gran logro para todos.

Una pregunta importante para Jaime fue la de cómo se ve en unos cinco años, especialmente porque hace solo unos días conversaba con su jefe que la empresa se había ganado un proyecto de varios años, lo que le brindaría a Jaime la oportunidad de proyectarse de manera estable en Maquinaria durante ese tiempo, tiempo suficiente para lograr el anhelado sueño de la casa propia.  Por supuesto, no todo está relacionado con el trabajo.

En cinco años más, sus hijas ya estarán ejerciendo una carrera profesional y su hija menor, seguramente, ya habrá salido de la universidad. Este hecho haría que Jaime se sienta más realizado aún en el área familiar.

Para finalizar la entrevista, le preguntamos a Jaime cuál era su lema de vida.  Si bien cree que no lo tiene, en realidad, sí. “La familia es lo primero”, nos comenta sin dubitación alguna. Porque cuando se encuentra cansado, al pensar en ella logra sacar más fuerzas para continuar trabajando un par de horas más. Nos revela que su familia es el motor para levantarse cada mañana y trabajar entregando el cien por ciento en beneficio de ella, que es lo que más ama en vida.

Después de esta entrevista, nos queda la grata sensación de que todo es posible en la medida que nos propongamos dar lo mejor de nosotros mismos en pos de nuestros objetivos.

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