EL PRIMER RASCACIELOS – EL NUEVO ROSTRO DE “LA GÁRGOLA”
UN POCO DE HISTORIA
Hacia la década el 20 este rupturista edificio llegó a sorprender a los santiaguinos, ubicado en calle Merced 84, con una cara rosada y la otra celeste nacía el primer “rascacielos” en Santiago producto de la genialidad de Luciano Kulczewski. Con una construcción al más puro estilo Art decó fue también el primero en contar con un ascensor y calefacción centralizada en la capital. Y es parte de la reconocida obra del llamado Gaudí chileno, que incluye entre sus creaciones el acceso al funicular del cerro San Cristóbal, la Casa de los Torreones en calle Estados Unidos (residencia particular de Kulczewski) y el conjunto Virginia Opazo.
LA GÁRGOLA Y SU EMPLAZAMIENTO
Protegido desde la alturas por un felino alado que sobresale de su azotea, el edificio “La Gárgola” se transformó en un ícono que albergó la historia de muchas familias que hicieron sus vida generación tras generación en los departamentos distribuidos en sus siete pisos. Aunque muchos no lo saben, se prolonga hasta el otro lado de la cuadra, por encima de un conocido bar de la Alameda Bernardo O’Higgins que se interna dentro de su primer piso. Se lo puede identificar por la fachada de la misma geometría y tonalidades rojizas que se ven por el lado del Parque Forestal.
EL NUEVO ROSTRO DE “LA GÁRGOLA”: SUS INICIOS
El Edificio de la Gárgola fue el primero de tales características en Chile, y por cierto que una de las pioneras construcciones residenciales tan altas en la ciudad. Es una belleza todo su conjunto: seis pisos, con terraza de alpende y mirador en un séptimo nivel.
LA GÁRGOLA: SUS FINAS TERMINACIONES
La entrada está señalada sobre dos peldaños de mármol por un portón metálico, donde la rúbrica del arquitecto se encuentra fijada a un costado, en metal, simulando una firma hecha a pulso. Por la pared donde asoma arriba la amenazante la gárgola de gruesa cola, abajo, exactamente en línea recta con ella, se encuentra la abstracción de una antorcha, como si su luz atrajera al monstruo que resguarda al edificio
LA OBRA Y SU NUEVA REALIDAD
Tras un aviso publicado en el año 2012 este emblema de la arquitectura chilena se convertirá en Luciano K, el flamante nuevo hotel boutique del Barrio Lastarria. Manteniendo el estilo y los sellos inconfundibles la firma de Kulczewski y una puerta de vitraux en color azul y amarillo reciben por más de una década a los pasajeros amantes de lo clásico. Es así como la Sociedad La Gárgola Spa, comenzó un proceso de restauración que duró casi dos años.
RESTAURANDO Y RESCATANDO
La primera tarea era desmontar todas las instalaciones que ya no eran necesarias (como la caldera a carbón que no funcionaba hace años), otra a rescatar la materialidad existente y una tercera a reemplazar las redes sanitarias y eléctricas e instalar lo que hiciera falta.
UN GRAN DESCUBRIMIENTO:
La terraza ubicada en la azotea y que estaba escondida bajo planchas de zinc. Hoy tras una gran inversión este edificio de 18 departamentos se convirtió en un hotel de lujo con 38 habitaciones y un restaurante especializado en sandwiches, tiraditos y tapas. Una experiencia que vale la pena vivir y una invitación a los sentidos de quienes desean disfrutar de un paseo por el tiempo.